Causas
Los terremotos ocurren tras la liberación de energía cuando las placas tectónicas se separan. Estas placas se mueven dentro de la litosfera de la Tierra y sus bordes, asignados a líneas de falla, a veces chocan. Cuando las placas se encuentran y se atascan, la energía de la corriente queda atrapada hasta que las placas se separan, generando ondas sísmicas. Estas ondas provocan terremotos a medida que se irradian hacia el exterior y sacuden la tierra, afectando la superficie cuando llegan a ella.
Consecuencias
Actualmente no hay forma de predecir un terremoto, por lo que ocurren sin previo aviso. Los terremotos más poderosos pueden devastar ciudades enteras, dejándolas en ruinas y requiriendo potencialmente años para su recuperación. Los terremotos suelen ir seguidos de réplicas a medida que la falla en la corteza terrestre se reajusta después de la liberación inicial de energía. Si bien las réplicas suelen ser menos intensas, en algunos casos pueden superar la actividad sísmica original, convirtiéndose en el evento principal y reclasificando el temblor anterior como una réplica.
Clasificación
Hay dos formas principales de clasificar un terremoto:
- Magnitud: Este es el tamaño o fuerza estimado del terremoto. Medir el tamaño exacto puede ser un desafío, ya que los efectos pueden sentirse lejos del epicentro, por lo que la magnitud suele ser una estimación basada en el impacto relativo.
- Intensidad: Mide la fuerza del temblor en un lugar específico. La intensidad más fuerte generalmente ocurre cerca del epicentro y disminuye con la distancia.
Datos satelitales
Dado que no es posible predecir los terremotos antes de que ocurran, los satélites se utilizan principalmente para la evaluación posterior al evento. Los datos ópticos y de radar proporcionados por la Carta Internacional: Espacio y Grandes Desastres ayudan a los socorristas mapeando y evaluando los daños rápidamente. Esta información ayuda a identificar áreas donde los sobrevivientes pueden tener mayor necesidad y proporciona inteligencia crucial sobre lugares a los que puede resultar difícil acceder desde tierra.