Una ola de calor en el distrito ruso de Siberia ha provocado la aparición de más de cien incendios forestales en las repúblicas de Buryatia e Irkustkaya.

Los incendios comenzaron en julio y a pesar de los esfuerzos por combatir las llamas, los incendios se han extendido hasta cubrir un área de aproximadamente 100.000 hectáreas.

Debido a los incendios, 45 personas han tenido que ser evacuadas del lago Baikal, un popular destino turístico durante el verano. Los evacuados han relatado que los cielos estaban negros y no se podía respirar por las cenizas suspendidas en el aire, así como de la gruesa manta de humo que cubría la zona.

Está siendo difícil detener los incendios debido a la ola de calor actual, pero también porque el área sufre una sequía, que tiene como consecuencia la escasez de agua. Se ha informado de temperaturas de 38 grados Celsius en la región. Otro factor que contribuye al problema son los fuertes vientos que sufre la región, alimentando los incendios y extendiéndoles más lejos. Debido a estos vientos, la aplicación de algunos métodos de contención del fuego han resultado imposible.

Casi cuatro mil bomberos han estado trabajando para sofocar el fuego y han utilizado aviones y equipo especial en su trabajo.